La ortodoncia lingual implica colocar los brackets en la parte interna de los dientes, asegurando discreción. Esta técnica, igualmente eficaz, ofrece beneficios estéticos al ser invisibles desde el exterior. Es especialmente adecuada para quienes desean evitar la visibilidad de los brackets y para aquellos que practican deportes de contacto, minimizando el riesgo de lesiones en los labios.